Vicenç Navarro |
La insensibilidad moral
de la Iglesia
Católica
día 7.5.13
Vicenç
Navarro
|
No existe plena conciencia en España del enorme
conservadurismo de las máximas autoridades eclesiásticas de la Iglesia Católica
en nuestro país, resultado de su histórica alianza con las fuerzas
ultraconservadoras que han dominado al Estado español en los últimos setenta y
cinco años. Y quisiera aclarar que cuando hablo de la jerarquía española,
incluyo también a la catalana y a la vasca que, aún siendo más sensibles hacia
el carácter plurinacional del Estado español, continúan siendo insensibles
hacia el bienestar social de las clases populares, limitando su acción a la
labor asistencial de carácter caritativo, la cual, sin desmerecer su valor para
sectores muy vulnerables de la población, no afecta al bienestar general de la
mayoría de la población, seriamente afectada por las políticas públicas de
austeridad del gasto público del Estado español (tanto el central como las
CCAA). Los recortes de gasto público social que caracterizan a estas políticas
públicas de austeridad contribuyen en gran medida al deterioro de la calidad de
vida de la población. La falta de crítica de la Iglesia Católica hacia estas
políticas públicas promovidas ahora por los gobiernos conservadores que están
debilitando enormemente las transferencias (como las pensiones) y los servicios
públicos (como sanidad, educación y servicios sociales del Estado del
Bienestar) es sorprendente en una institución –como la Iglesia Católica- que se
presenta como promotora de la moral individual y colectiva de una sociedad. El
énfasis en la caridad, en ausencia de una preocupación por la justicia y la
equidad, suena a una incoherencia próxima al escapismo y cercana al
oportunismo.
Su aparente
preocupación por los síntomas –la pobreza- con deliberado olvido de sus causas
–la injusticia y explotación social- es una muestra de una moral oportunista,
afín a las estructuras de poder responsables de la pobreza. Hoy el deterioro
del bienestar de la población se está generando mediante unas intervenciones
públicas que sistemáticamente apoyan a unos sectores y clases sociales a costa
de otros. La evidencia de ello es abrumadora.
De ahí que,
comparando el silencio ensordecedor de las autoridades eclesiásticas frente a
estas políticas públicas con la protesta activa y contundente frente a las
políticas que facilitan el aborto y permiten la homosexualidad, parezca lógico
concluir que la jerarquía eclesiástica tiene una gran preocupación (que alcanza
niveles casi de obsesión) por los derechos de los que no han nacido todavía (en
su lucha, por ejemplo, contra el aborto) y en cambio muestra una desatención
hacia los derechos de los que ya han nacido.
Comparando
con la Iglesia Protestante Anglicana
Este
ultraconservadurismo se pone en evidencia claramente cuando se compara también
su comportamiento con el de la Iglesia Protestante Anglicana en Gran Bretaña
frente a una situación semejante a la de España . El Sr. Rajoy de Gran Bretaña
se llama Sr. David Cameron, presidente del PP británico que se llama Partido
Conservador. Como en España, el Partido Conservador ha sido históricamente muy
cercano a la Iglesia Anglicana hasta el punto de que solía llamársele el
Partido Conservador con Sotana. Pero esta relación se ha ido debilitando y,
aunque es el partido más próximo a esta Iglesia, el hecho es que últimamente ha
habido bastantes enfrentamientos sobre temas de política económica y social.
Así, el
gobierno presidido por David Cameron ha estado, como también el gobierno Rajoy,
debilitando el Servicio Nacional de Salud (National Health Service, NHS) a base
de recortes de gasto público sanitario, que están destruyendo el servicio.
25.145 empleados han sido despedidos; se ha reducido el 6% de todas las camas
hospitalarias; el tiempo de espera promedio ha alcanzado la mayor cifra
conocida; la satisfacción del usuario con estos servicios ha decaído, bajando
de un 70% en 2010 a un 60% en 2012; la privatización de la sanidad ha sido
favorecida por estos recortes, que están afectando a la calidad de los
servicios sanitarios públicos; 12 hospitales públicos han sido privatizados; y
así un largo etcétera, políticas, todas ellas, que están siendo aplicadas aquí
en España por el Partido Popular, el partido más próximo a la Iglesia Católica
(junto con CiU, cuyo gobierno está llevando a cabo políticas también semejantes
en Catalunya).
Pues bien, en
Gran Bretaña las autoridades máximas de la Iglesia Anglicana han denunciado
pública y extensamente estas políticas. Un ejemplo es el simposio convocado por
el Arzobispo de York para analizar los valores morales que guiaban el
desarrollo de estas políticas. El documento preparado por el Arzobispo John
Sentamu (Health and Well-Being, and the NHS) debería ser lectura obligatoria
para todas las autoridades de la jerarquía católica española, para todos los
creyentes católicos y para todos los votantes del PP (y de CiU). Sería deseable
que algún católico progresista lo tradujera. El documento incluye comentarios
como los siguientes:
“Deberíamos
favorecer aquellas políticas que alientan el sentido de hermandad de los que
viven en nuestro país. (…) Estas políticas de recortes van en contra de estos
valores (…) afectan a la dignidad de las personas.(…) No podemos apoyar
políticas que separan, no unen, a personas, y muy en especial en momentos de
gran vulnerabilidad, como en la enfermedad.(…) La compasión necesita ir
asociada con el sentido de dignidad, derechos y equidad.(…) La moral nos exige
construir una sociedad bajo estos principios.(…) Es nuestra obligación defender
los principios de Bevan (el Ministro de Salud del gobierno laborista británico
que estableció el NHS) que dan el derecho a cada ciudadano de tener acceso a
los servicios sanitarios.(…) No podemos apoyar o estar callados frente a una
situación como la actual en la que este derecho está siendo afectado en la
práctica por las políticas de recortes. (…) No podemos aceptar por razones
morales que la atención sanitaria dependa de la capacidad de pago del paciente.
(…) El NHS debería estar financiado progresivamente, de manera que contribuyan
con impuestos más acentuados los que más tienen. (…) Debemos apoyar a un
sistema público en el que tanto los pacientes como los que trabajan en él sean
respetados y queridos por el sistema. Un hospital no puede ser un supermercado.
(…) Necesitamos expresar nuestro profundo desacuerdo con aquellos políticos que
no respetan la justicia social que guía la financiación y provisión de
servicios del NHS, de manera que los recursos se financien según el nivel de
renta e ingresos de la ciudadanía, y que se distribuyan según la necesidad de
los pacientes. Necesitamos hablar claro a favor de la equidad”.
Nada
semejante a este documento ha sido firmado por ningún obispo español, en
respuesta a la crisis actual. Aquí toda crítica de la Iglesia al gobierno ha
sido sobre temas relacionados con el sexo (aborto, homosexualidad) y sobre los
ingresos a la Iglesia por parte del Estado, y nada, repito, nada, sobre
justicia social. Y es ahí donde sería deseable que hubiera un movimiento en las
bases de la Iglesia Católica española (incluyendo la catalana y la vasca) para
exigir un cambio en sus dirigentes. Es de una enorme importancia para que la
situación actual pueda cambiar. Así pasó en Gran Bretaña y así podría (y
debería) ocurrir en nuestro país.
Este artículo
critica el silencio ensordecedor de la Iglesia Católica frente a las políticas
seguidas por los gobiernos conservadores españoles (incluido el catalán),
próximos históricamente a esta institución, que están dañando el bienestar de
las clases populares. El artículo contrasta este comportamiento con el de la
Iglesia Anglicana de Gran Bretaña , que ha criticado duramente las políticas
públicas del gobierno conservador británico.
Vicenç
Navarro
publicado por "Eco Republicano"
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