Autora: Carmen
León Vela
Carmen Díaz Ramos,
Carmen Díaz Ramos
nació el 31 de marzo de 1891 en Sevilla en la antigua calle Huerto nº 1 del
distrito de la Macarena. Era hija de José Díaz Alvarado, de 32 años y
profesión panadero, y de Francisca Ramos Ángel, de 30 años y profesión cigarrera.
Tuvo tres hermanos: José, que llegó a ser Secretario General del PCE, Juan y
Concha.
Muy joven empezó a
trabajar como cigarrera en la Fábrica de Tabacos de Sevilla, que dejó cuando
se casó con Francisco Vela Ortega, nacido en 1888 en Torre Alhaquime (Cádiz),
y que trabajaba en Sevilla como camarero. Vivían en la calle Adelantado nº 4
junto con sus padres y hermanos y tuvieron cinco hijos: Francisca (1916),
Pepe (1918), Juan (1921), Manolo (1924) y Antonio (1927).
En 1928, su marido Francisco murió en un accidente de coche en el arroyo del
Molinillo (Sanlúcar la Mayor). Carmen y su hija Francisca, que tuvo que dejar
el colegio, se dedicaron a vender el pan que su hermano Pepe, panadero, les
hacía fuera de su jornada laboral. Cuando las obligaciones políticas de su
hermano le hicieron dedicarse exclusivamente al partido y abandonar la
panadería, su hija Francisca entró a trabajar como pintora de loza en la
fábrica de cristales Álvarez, trabajo que le permitiría mantener a la familia
hasta su exilio.Tras el golpe militar del 18 de julio de 1936, ante el
recrudecimiento de la represión, y siguiendo las recomendaciones de algunos
camaradas y amigos de su hermano, decide abandonar la ciudad con cuatro de
sus cinco hijos, pues Pepe se encontraba en Madrid con su tío. Su hermana
Concha, ya casada con otro militante comunista, Jesús González Lora, conocido
por «Bulnes», también la acompañaría con sus hijos Jesús, de cuatro años, y
Currita, de uno.
Encontraron cobijo en la casa de una mujer donde muy pronto llegaría la
policía preguntando por las hermanas de Pepe Díaz y con amenazas de matar
allí mismo en la calle a un niño que jugaba si no se presentaban. Fue
entonces cuando Carmen decidió salir y entregarse, siendo detenida junto a su
hija Francisca y su hermana Concha, a la que se llevaron con su hija que aún
amamantaba. Los demás se quedaron con la mujer que las había cogido.
Las llevaron a la
comisaría de la calle Jáuregui, donde después de duros interrogatorios
pusieron en libertad a su hija Francisca, que volvió a su casa de la calle
Adelantado para cuidar de sus hermanos y de su primo Jesús. Cuando llegó a la
casa pudo ver cómo la habían destrozado. Fue a la fábrica de cristal y la
readmitieron.
Carmen y su hermana quedaron detenidas en el cine Jáuregui, contiguo a la
comisaría y que utilizaban como depósito de presos al estar los calabozos
llenos. De allí serían trasladadas a la Prisión Provincial y el 4 de
noviembre a la residencia de los jesuitas de la calle Jesús del Gran Poder,
donde estaba instalada la delegación de Orden Público y que hasta el día 12
de ese mes dirigiría el capitán Manuel Díaz Criado. Durante varios días, y
antes de entrar al trabajo, Francisca estuvo llevándole diariamente la comida
a su madre y a su tía, hasta el día 8, cuando le dijeron que ya no hacía
falta que la llevara pues a su madre la habían fusilado esa madrugada y
su tía había sido trasladada con la niña a la comisaría de la calle Jesús
(actualmente Jesús de la Vera Cruz), donde podría verla al día siguiente. Uno
de los guardias comentó: a ver si con esto tu tío se calla de una
puta vez. Expresión que casi con total seguridad se referiría al discurso
que Pepe Díaz había dado dos días antes en la Plaza de Toros de Madrid.
Cuando Francisca fue a la comisaría de la calle Jesús, su tía le pudo narrar
las circunstancias de la muerte de su madre. La policía les había dicho que una
de las dos caería esa noche, así que a elegir y rápido. Discutieron entre
ambas hermanas sobre quién debería morir. Finalmente Carmen, diez años mayor
que Concha, le dijo a ésta que cuidara de sus hijos y se adelantó
aprovechando que la niña pequeña se puso a llorar.
Concha le contó a Francisca cómo su madre se dirigió a los guardias
diciéndoles que le dispararan pronto y no me vendéis los ojos, que mi
hermano se merece que muera con la cabeza muy alta.
La llevaron junto a un numeroso grupo a las tapias del cementerio de Sevilla,
donde un piquete de regulares acabó con su vida. Carmen Díaz Ramos fue
asesinada exclusivamente por ser hermana del secretario general del Partido
Comunista de España.
El 29 de diciembre de 1936, vaciaron la comisaría de la calle Jesús de todas
las mujeres que hasta entonces estaban detenidas allí, ciento veintinueve, y
fueron trasladadas hasta la Prisión Provincial. Allí estuvo Concha Díaz con
su hija hasta marzo de 1938, cuando junto a varias decenas de presos, fueron
intercambiadas como rehenes por familiares de Queipo de Llano
|
Hola Carmelo,
ResponderEliminarPara un proyecto importante, necesitaría contactar con la familia de Carmen Díaz Ramos.
¿Me puedes ayudar?
Un abrazo,
María Torres
Un detalle, Carmelo.
ResponderEliminarhttp://www.todoslosnombres.org/php/verArchivo.php?id=7419
Cecilio